Brian Ferry en Copenhague.

Otra de esas ocasiones en las que se alegra uno de vivir aqui. En Malaga te cae un concierto en condiciones muy de tarde en tarde. Normalmente es en Madrid o Barcelona. Aqui viene todo el mundo: ahora estas con el Roger Waters, el McCartney, luego nos tocaran Police, Depeche Mode. El viernes vamos a ver a Pet Shop Boys. Y otros tantos que bien no se pude pillar entrada, bien da pereza ir. Por ejemplo, me quede sin ver a David Bowie y nunca me lo perdonare, porque estaba recien aterrizado yo en Dinamarca y la entrada costaba 800 coronas, unas 20.000 pesetas.....

El domingo fue Brian Ferry. Ya estuvimos viendo a Roxy Music en el 2005 en Horsens, pero este me ha gustado mas. Habia mas temas que conociamos. Sitio pequeño, sala de conciertos de Tivoli, para unas 1000 personas. 1000 privilegiados creo yo, por ver en directo temas que nunca pensarias que ibas a escuchar mas alla del CD.

Se que la calidad es nefasta, el sonido pesimo ya que estan grabados con el cutre-movil, pero no me resisto a ponerlos. Fragmentos de 25 segundos, trocitos de historia de la musica para mi.

Esto es puro sonido Roxy Music, o quizas es sonido Brian Ferry, quien sabe. Don't stop the dance.




Gran version de Dylan. A hard rain is gonna fall. Pongo la parte final, me encanta la gran ovacion final:




Aqui todo el mundo en pie. Esa cancion, compuesta por Lennon, cantada por Ferry, en ese teatro. Mille con los pelos de punta, yo con las lagrimas casi saltadas. Que es la musica, que provoca estas sensaciones? Jealous guy. Ese saxo, y ese silbido final que pasaron a la historia de la musica, grabados en nuestro disco duro.






Hay mas: Love is the drug, Let`s stick together. Pero suenan un poco peor porque Brian Ferry tenia la voz bastante mas cascada al final del show.

Al final, las impresiones post-concierto, cometando que no hubo bis, al igual que paso en Horsens con Roxy Music, y se toco una hora y media exacta. Es lo que tiene ser tan profesional, no se tiende a la improvisacion.



Y para terminar paseito por el Tivoli, parque de atracciones de Copenhague, y la nueva atraccion: una especie de columpio como el de los niños pequeños pero a 100 metros de altura. Una locura.