Una noche en el Dubliner.

Una sorpresa inesperada, una llamada de Bert, mi amigo y ex compañero de trabajo el año pasado, me puso en la calle una vez mas. Aunque un mal resfriado me atenazaba y me hizo estar en cama el lunes, habia que cumplir. Y ahi estuvimos, en el Dubliner con Bert y otros tres holandeses jefes de el en Amsterdam. Es de lo poco que hay abierto un martes por la noche. Tambien estuvimos en el Moose, que eso si que no cierra nunca y siempre con garantias de que siempre habra buen ambiente. Pero no es buena idea meter en el Moose a un director general de una empresa de aviacion puntera en Europa, se les corto un poco el rollo alli....

Antes, uno de los tipos se enamoro de una chavala en el Dubliner, pero era tan timido que no se atrevia a hablar con ella. Me pidio que le hiciera una foto, y vaya cara que dejo el hombre para la posteridad. Es la que esta de espaldas. Aqui adjunto el documento:



En fin, una noche muy agradable. Lo malo es que el Metro no funciona entre semana de 12 a 05, y volver a casa sin bicicleta y nevando es una odisea.